Ya estás en sus brazos mi querido NONO. Ya te acuna esa Madre Bendida de las Lágrimas a la que tu has amado, venerado, adorado y querido desde lo más profundo de tu corazón. Han tenido que pasar unos días, para que me atreviese a escribir lo que ha sentido mi corazón, y aunque con miedo por no estar a la altura de lo que te mereces, pero con valentía, aquí me tienes expresanto lo que me dicta el corazón.
Cuando naciste, los brazos de tu madre terrenal te recogieron con todo el amor del mundo, te acunaron con ternura y te protegieron dándote lo que necesitabas para luchar en aquella vida que iniciabas.
Unos brazos en forma de cuna, que ahora son benditos, porque son los de María Santísima de las Lágrimas los que te recogen con el amor que tu te mereces y te dicen: "Ven, hijo mío, déjame que te acune con mi amor infinito, ven a mi regazo que te has ganado estar junto a mi para que tu vida eterna sea el mejor regalo a tu trayectoria de amor que has dejado en tu vida terrena".
"Ya estas en sus brazos, mi querido NONO, ya te acunan esas manos y contemplas ese divino rostro que tu has amado tanto. Ya has recibido el premio que te mereces"
Te conozco desde chiquitillo, pues hemos sido vecinos desde hace muchísimos años y además, a pesar de los vaivenes y altibajos de la vida, nunca hemos perdido el contacto. A pesar de la distancia, siempre que venías a Jaén, nos encontrábamos e indefectiblemente se producía ese fraternal abrazo que ha ratificado una y otra vez esa condición de "hermanos en Cristo y María" que han tenido nuestras vidas y nuestras almas unidas.
Ya desde que eres un chavalín, participabas en todas las actividades que yo desarrollaba en el barrio. ¡Como olvidar aquellos años 80, cuando me tocó relanzar una hermandad que llegaba huerfana de casi todo¡ Allí estabas tu, conmigo, en los grupos parroquiales. Allí estabas tú cuando creamos el cuerpo de hermanos costaleros de la Virgen de las Lágrimas. Allí estabas tú también cuando había que pedir ayuda por la calle, para los claveles de la Señora, allí estabas tú cuando pintábamos de purpurina unas tiras bordadas que hicieran la vez de mirillas. Allí estabas tú, con ese corpachón que te hacía inconfundible, para cargar los enseres y objetos más pesados de la hermandad. Allí estabas tu, junto a mi, cuando iniciamos la nueva etapa del cuerpo de costaleros de la Vera-Cruz, el primero, siempre el primero. El primero para todo.
En la imagen de la izquierda, en el centro, llevando el guión de la Cofradía de los Estudiantes. Seguro que así, de esta manera, con tu inmaculada tunica blanca y caperuz azul te has presentado ante la Señora. Casi te imagino entrando por las puertas del Cielo con esa decisión con que llevabas el guión en los últimos años, y decirle a la Señora ¡Aquí me tienes Madre! A tus plantas me postro para venerarte durante el resto de mi vida celestial.
Por eso, ahora que ya no podrás llevar físicamente el guión de la hermandad estudiantil como has venido haciendo puntualmente todos los Lunes Santos, llevas a la cofradía entera allí en el Cielo, junto con una oración por todos nosostros para que nuestra Virgen de las Lágrimas, de los Clavitos, la Reina de la Merced "tu Reina" que ya te ha recogido en tu regazo desde que el pasado 7 de enero los extendió y dijo "basta de sufrimiento, hijo mio, ven con tu Madre", te tiene acunado para siempre escuchando el resto de tus días todo lo que tu, con esa sencillez que te caracteriza, le pides para que nos ayude, y en general a tus amigos y hermanos de la cofradía y, porqué no decirlo, de todos los cofrades de Jaén, porque tu eres un apasionado de la Semana Santa.
Quien te ha conocido, solo puede hablar cosas buenas de ti. Jamás podrémos olvidar tu sonrisa franca y leal, tu forma de actuar discreta y sin hacer ruido, tu humildad, tu paciencia, tu espíritu de servicio hacia los demás, esa forma de actuar que no ha pregonado nunca tu voz ni tus acciones, porque siempre has estado en el anomimato, donde tu has decidido siempre estar. Sin cargos de relumbrón (que sin duda te has merecido), sin distinciones de ningún tipo, sin que se ensalcen tus méritos. Así has decidido tu, que sea tu vida, y de este modo también, te has presentado libre y lleno de amor ante "tu Virgen de las Lágrimas". ¡Dios mío, si todos llegaramos a ser así! ¡Dios mío si todos fueramos capaces de haber pasado por esta mundo haciendo el bien y repartiendo amor, discreción y valentía en la fé como tu! Otro gallo nos cantaría.
Pero no nos conformamos con tu recuerdo, porque no todo lo borra el paso del tiempo. Creo que los que te conocemos, te queremos, admiramos, respetamos y amamos, hemos hecho desde ese fatídico 7 de enero un hueco en nuestros corazones, para que no nos falte ni tu presencia, ni tu ejemplo, para poder hablar contigo de vez en cuando y pedirte consejo, para solicitar gracias y ayuda a nuestra Señora, por tu mediación.
Gracias NONO por todo lo que nos has dado en tu paso por este valle de lágrimas, y gracias por todo lo que, desde ahora, vas a interceder por nosotros. Con todos y en todos quedas y por tanto vivo tu recuerdo, porque así queremos que sea HERMANO.
Esta última fotografía, tiene para mi un recuerdo muy especial. NONO venía siempre que podía a todas las actividades que yo he desarrollado en la hermandad. En la instantánea estoy rodeado de dos cofrades "de los de verdad" de esos que pase lo que pase, siempre nos ha mantenido unidos esa fe y amor por nuestros titulares. A la izquierda un gran cofrade, Gerardo Zapata y a la derecha de la foto Juan Antonio "NONO".
Fue en 2008, cuando presenté para la hermandad mi trabajo titulado "60 años de Azul y Plata". Un primer trabajo que sirvió para extender por la ciudadanía y el mundo cofrade el amor por la Virgen de las Lágrimas y al mismo tiempo, ayudar a la cofradía a obterner algunos ingresos extras que seguro, no le vinieron mal del todo. NONO siempre ha estado conmigo, como antes dije.
He decidido volver a publicar ese trabajo en imágenes, para que todo el mundo disfrute, como lo hizo NONO, pero no solamente podremos visionar todo el documento gráfico que contenía, si no los comentarios que en aquel día acompañé a mi presentación. Espero que sea de vuestro agrado, a NONO se que le gustó.
Texto y fotografías: Modesto Martínez.
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