Publicidad jiennense con más de 50 años. La Machega, un folleto con mucho humor y otros similares.
Hace unos días, removiendo un viejo álbum con recuerdos de mi padre, me llamó la atención un minúsculo folleto editado por la conocida taberna de La Manchega, que no tengo por menos que compartir, en la seguridad de que, al tiempo que recuperamos antiguas curiosidades de nuestra ciudad, servirá, no me cabe la menor duda, para sonreir, que no es poco. Este es el curioso documento en cuestión.
En una visita que realicé hace ya tiempo a dicho establecimiento, al actual propietario de la taberna La Manchega, José Serrano Ramírez, me comentó que recordaba perfectamente dicho folleto publicitario, pero que no tenía ya ningún ejemplar, por lo que procedí a escanearlo y ya lo tiene en su poder.
Me entregó otras publicaciones similares que comparto con vosotros, especialmente para esos amantes de las cositas antiguas de Jaén y que seguro que a más de uno os van a sorprender.
Se trata de un cartoncillo publicitario que, según José, editó el anterior propietario del local donde actualmente está ubicada esta conocida taberna, y que, como podéis comprobar anteriormente era un almacén de venta y despacho de vinos.
En la misma línea que el anterior, otro jocoso cartoncillo tan antiguo o más que los anteriores.
Recuerdo que mi padre, que en gloria esté, junto con un buen grupo de allegados amigos y tertulianos, a diario, salía a hacer su ronda, y se pasaba por El Gorrión, La Manchega, la sombrerería de Cámara, ya desaparecida, y entre copita y copita, pasaban la tarde en animadas tertulias y conversaciones, ajenos a lo que tanta tecnología actual les hubiera influido.
¡Qué cositas hacían nuestro mayores! Pues nada amigos, a reir un poquito con estas "perlas" sacadas como decía nuestra cantante Karina, del baúl de los recuerdos, y si lo acompañamos con una copita de buen vino en La Manchega, La Barra, El Gorrión, etc., mejor todavía.
Es texto dice así:
CARTA DE UN ANDALUZ QUE ESTÁ HASTA LAS... DE ESTAR CASADO.
ESTIMADOS COLEGAS:
No culpo a nadie de mi muerte, me quité la vida porque en dos días más que viviera no sabría quien soy en este mar de lágrimas.
Verá señor Juez: Tuve la desgracia de casarme con una viuda, de haberlo sabido no me hubiese casado, porque esta tenía una hija, mi padre que era viudo, para mayor desgracia. …se enamoró de la hija de mi mujer, de manera que mi esposa era suegra de mi padre, y al mismo tiempo era mi yerno.
Al poco tiempo mi madre trajo al mundo un varón que era mi hermano, pero era nieto de mi mujer, de manera: que yo era abuelo de mi hermano.
Al correr el tiempo mi mujer trajo al mundo un varón y como era hermano de mi madre era cuñado de mi padre y tío de su hijo, mi mujer, era suegra de su propia hija, yo en cambio soy padre de mi madre, mi padre y su mujer son mis hijos y además yo soy mi propio abuelo.
Ya ve señor juez, me despido del mundo porque no se quien soy.
EL DESCONSOLADO
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Textos y fotos: Modesto Martínez y archivo familiar.
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