El pasado 1 de febrero, sábado, tuvo lugar en Jaén el III Encuentro Diocesano de Jóvenes Cofrades. Este Encuentro tenía este año un carácter muy especial, ya que, en el marco del Año Santo Jubilar se celebra el Jubileo de los jóvenes cofrades de la Diócesis de Jaén.
Bajo el lema de "Juventud: luz de esperanza del Santo Reino" y durante el encuentro se procesionó, de manera extraordinaria, hasta la S. I. Catedral, la imagen de María Santísima de la Esperanza de la Cofradía del Perdón con sede canónica en la parroquia de Cristo Rey.
Desde la Delegación de Hermandes, Cofradías y Religiosidad popular dirigida por el sacerdote, D. Agustín Rodríguez, se animó a participar de este encuentro a los jóvenes de las Cofradías, Hermandades y Grupos Parroquiales de toda la geografía diocesana, invitación que superó con creces las previsiones iniciales.
Se siguió rigurosamente la programación el 1 de febrero, dando inicio las actividades del encuentro y jubileo de Jóvenes Cofrades a las 9’30h. con la Acogida y desayuno en la Casa de la Iglesia de Jaén. A las 10:30h. Oración de inicio, en Capilla Mayor del Seminario diocesano para pasar a las 11’15 h. a participar todos en una Mesa Redonda bajo el título “La juventud cofrade ante el reto del Año Jubilar”, que tenía lugar en el Salón de actos, moderada por D. Gabriel García Pérez, director del Secretariado de Jóvenes Cofrades.
A las 12’15 h. se realizó una visita al Santuario – Camarín de Ntro. P. Jesús Nazareno y a las 13’30 h. tenía lugar la actuación de la Banda Juvenil de Música de la Cofradía de La Estrella de Jaén en la Casa de la Iglesia.
A mediodía, 14’15 h. receso de la intensa jornada para comer y trasladarse todos a las 15’00 h. a la Parroquia de Cristo Rey, donde tenía lugar a las 15’30 h. la Oración ante Jesús Sacramentado y tiempo para Confesiones.
Se iniciaba a las 17’00 h. la Peregrinación Jubilar hacia la S.I. Catedral, acompañando a todos los participantes en la peregrinación, de forma solemne y extraordinaria, la imagen de María Santísima de la Esperanza de la Cofradía del Perdón, con sede canónica en la parroquia de Cristo Rey.
Vídeo con actividades del III Encuentro Diocesano y Jubileo de Jóvenes Cofrades y peregrinación con la imagen de María Santísima de la Esperanza de la Cofradía del Perdón a la S. I. Catedral.
Impresionante testimonio por las calles de la ciudad que terminó a las 19’00 h. con la llegada de la peregrinación a la S. I. Catedral donde se celebró la Eucaristía en un templo abarrotado de fieles. Al finalizar la celebración se hizo entrega de un recordatorio por parte de la Agrupación Local de Cofradías de la Ciudad de Jaén y el Sr. Obispo anunció la Sede asignada a la celebración del IV Encuentro Diocesano de Jóvenes Cofrades para el año 2026, elección que recayó en la ciudad de Úbeda, ciudad Patrimonio de la Humanidad.
Finalizado el Encuentro, el final del día no pudo tener un broche más hermoso, que el regreso de la imagen de María Santísima de la Esperanza a su Sede Canónica acompañado por un numeroso grupo de fieles cofrades y participantes en este III ENCUENTRO DIOCESANO Y JUBILEO DE JÓVENES COFRADES de la ciudad de Jaén.
"Los jiennenses emprenden un nuevo camino de renovación y esperanza con la apertura diocesana del Año Santo." Así comienza el artículo que seguidamente reproducimos, emitido por la Diócesis de Jaén, en un día en el que miles de ciudadanos de la geografía provincial, se han reunido para conmemorar el inicio del Jubileo de la Esperanza. Nos hacemos eco de la crónica de nuestra Diócesis sobre este importante evento, punto de partida de otros muchos que JAENDONDERESIDO, vivirá junto a nuestro Pastor Diocesano, y en el que aportaremos nuestro apoyo para contar, junto a la fe que profesamos, todos los componentes de este blob cultural de la ciudad de Jaén, los echos más destacados que el respecto se lleven a cabo.
Vídeo resumen del Acto de apertura con imágenes de San Ildefonso, comitiva, llegada a la S.I. Catedral e inicio de la Eucaristía.
El 24 de diciembre, se iniciaba el Jubileo de la Esperanza, con el que se conmemora el 2025 aniversario de la Encarnación del Hijo de Dios. El Papa Francisco lo inauguraba con la apertura de la Puerta Santa de la Basílica de San Pedro, en el Vaticano. Las diócesis de todo el mundo se han sumado, hoy, a este Año Santo, con las diversas celebraciones diocesanas.
En la Diócesis de Jaén, la apertura del Jubileo ha comenzado a las 17:00 horas, en la Basílica de San Ildefonso, donde miles de fieles, llegados desde todos los puntos de la geografía diocesana, han querido congregarse para participar en la liturgia de la Palabra. Una celebración que se ha iniciado con el himno del Jubileo y durante la cual se ha leído unos párrafos de la bula de convocatoria de este Jubileo ordinario. Posteriormente, se ha iniciado la peregrinación hasta el primer templo diocesano, que ha estado encabezada por el Cristo de las Misericordias, una talla de Gutierre Gierero del siglo XVI, mientras se entonaban las letanías de los santos a cargo del grupo litúrgico musical, EscuchArte, que ha acompañado con los cantos toda la celebración.
El repique de campanas de la Catedral de Jaén anunciaba la llegada de la procesión a la Plaza de Santa María y han cesado unos instantes antes de la llegar ante la Puerta del Perdón. Ya en el umbral, un seminarista ha leído la monición con la que se ha invitado a los fieles al recogimiento. Por su parte, el Obispo, Don Sebastián Chico Martínez, ha alzado, con solemnidad, el Cristo de las Misericordias, invitando a los presentes a venerarlo con la aclamación: “Salve, cruz de Cristo, única esperanza”, a lo que el pueblo ha respondido: “En ti, Señor, confié, no me veré defraudado para siempre”.
El rito ha continuado en el baptisterio, donde el Obispo ha bendecido el agua, símbolo de purificación y vida nueva. Posteriormente ha asperjado a los fieles con el agua bendita, en recuerdo del bautismo y como gesto de renovación interior.
Posteriormente, el Cristo de las Misericordias se ha colocado en un lugar privilegiado en el presbiterio, donde permanecerá durante todo el Año Jubilar, para la veneración del pueblo de Dios.
La Santa Misa ha proseguido como de costumbre. Una Eucaristía presidida por nuestro Pastor diocesano y concelebrada por más de un centenar de sacerdotes. Del mismo modo, han querido estar presentes seminaristas y diáconos permanentes, así como representaciones de movimientos, cofradías y de toda la rica realidad de la Iglesia del Santo Reino.
Asimismo, han participado multitud de autoridades civiles, académicas y militares en este gran hito de nuestra Iglesia particular, entre las que han acudido, el alcalde de la capital, D. Agustín González y miembros de la Corporación municipal; el subdelegado de Defensa; el teniente coronel de la Guardia Civil; el director de la Academia de la Guardia Civil de Baeza, entre otros.
Las lecturas han estado participadas por fieles de toda la Diócesis y el Evangelio ha sido proclamado por el diácono permanente, D. Andrés Borrego.
Durante la oración de fieles, el director de Cáritas diocesana, Rafael Ramos, ha querido explicar que este Año Jubilar quiere sembrar esperanza, también, personas que sufren a través de un proyecto de Caridad que estará dirigido a las personas migrantes y a las que sufren trata. En este sentido ha apuntado: La colecta que ahora vamos a realizar es en favor de tantas personas necesitadas que precisan de nosotros, en especial las personas que sufren abusos por razón de la trata y en general para que seamos comunidades acogedoras con las personas que vienen a buscar una vida digna a nuestro país, es un signo de nuestro compromiso, de nuestra fe en el Señor de la Vida, en el Señor que nos regala la vida eterna. En nuestro peregrinaje por este mundo, seamos portadores de vida y esperanza para aquellos que esperan nuestra ayuda. Gracias por vuestra constante colaboración, y en especial en este año Jubilar que nos señala a la Iglesia para que seamos esa luz y esperanza para los más desfavorecidos de la sociedad.
En el ofertorio, dos personas sin hogar han llevado hasta el presbiterio el pan y el vino, y un niño y un joven han sido los encargados de llevar las flores que posteriormente han puesto en la mesa del sacrificio.
Indulgencias
Antes de recibir la bendición solemne, el delegado diocesano para el Jubileo, D. Bartolomé López Gutiérrez, ha leído el significado de este tiempo de gracia, que deber servir, también, como acicate para una conversión personal, de reconciliación con Dios y con los hermanos.
Un signo identificativo del año jubilar es la concesión de la indulgencia plenaria que quiere expresar la plenitud del perdón de Dios que no conoce límites, «porque su misericordia es eterna». Esta misteriosa realidad se hace presente a través del sacramento de la penitencia y de los signos de caridad y esperanza que se establecen. La indulgencia permite liberar al corazón del peso –o «pena temporal»– del pecado ya absuelto, que permanece a pesar de haber recibido el perdón del sacramento de la reconciliación. La indulgencia repara, de alguna manera, las consecuencias que hayan podido tener nuestros pecados. Pero esta experiencia de misericordia pasa a través de algunas acciones espirituales que han sido indicadas por el para Francisco. No basta solamente con pasar la puerta santa –o del perdón– de nuestra catedral. Es necesario el sacramento de la reconciliación –celebrado antes o en el mismo día de la peregrinación– y la celebración de la Eucaristía, recibiendo la comunión sacramental, preferiblemente cuando se obtiene la indulgencia. Solo se puede ganar una vez al día, y puede ser aplicada por sí mismo o por un difunto. Rezando por quienes han finalizado su camino terreno para que obtengan también misericordia; solidarizándose en la intercesión orante, que encuentra su propia eficacia en la comunión de los santos. A estas condiciones se añade la oración por las intenciones del papa; siendo una señal de unidad con toda la Iglesia y su pastor supremo. Se puede rezar un padrenuestro y una avemaría, aunque cualquier oración puede ser válida, haciéndola con esa intención. Aquellos que por enfermedad u otra causa, no puedan realizar la peregrinación están invitados a tomar parte del movimiento espiritual del jubileo, ofreciendo su sufrimiento, participando en la celebración de la Eucaristía, en la medida de sus posibilidades. Para el santo padre el espíritu penitencial es «como el alma del jubileo»; abriendo la indulgencia a otras posibilidades siendo signos de esperanza para nuestros hermanos que viven en la indigencia: visitando a los enfermos, a los que están en centros hospitalarios, a las personas que viven solas y en situación de abandono, obteniendo la indulgencia jubilar en cada visita. También se nos invita a abstenernos durante, un día, de distracciones reales y virtuales, de consumos superfluos, donando una cantidad proporcionada a los pobres. No pueden faltar otros signos de esperanza hacia los migrantes, exiliados, refugiados y desplazados. Ocupándose también de los jóvenes, estudiantes, novios; implicándose en tareas de voluntariado, y en aquellas actividades encaminadas a potenciar y proteger la vida. El jubileo ha de ser vivido en clave de eternidad, para abrirnos al encuentro definitivo con Cristo, puerta de salvación y esperanza que no defrauda.
Tras la lectura de la concesión de la indulgencia plenaria, la celebración eucarística ha culminado con la bendición con el Santo Rostro y la oración del Jubileo. Para concluir con el himno de la Diócesis.
Este Año Santo, que hemos iniciado en nuestra Iglesia particular del Santo Reino, y que concluirá con la solemnidad de la Epifanía del Señor en 2026, se presenta como una gran oportunidad para que los creyentes profundicen en la fe y renueven compromiso cristiano, mediante gestos de peregrinación, oración, reconciliación, y caridad. Una llamada a ser luz y esperanza en medio de este mundo, convirtiéndonos en testigos del amor que Cristo encarnado entregó a toda la humanidad.
Fotografía: Gentileza Diócesis de Jaén, José Luis García Carreño y Modesto Martínez Elías.
En la mañana de este sábado, 5 de octubre de 2024, día en el que la Iglesia católica celebra la témporas de acción de gracias, el Instituto Teológico San Eufrasio ha inaugurado el nuevo curso 2024-2025 bajo las premisas del discipulado, la esperanza y la sinodalidad. Un día para dar las gracias por los frutos del curso pasado y pedir para que éste, que está por comenzar sea para alumnos, profesores y personal no docente, una oportunidad de encontrar, a través de la formación, la presencia viva de Jesucristo.
Junto con el Obispo de Jaén, Don Sebastián Chico Martínez; el Director del ITSE, D. José Antonio Sánchez Ortiz; el Vicario Gral., D. Juan Ignacio Damas, han querido concelebrar la Eucaristía un número importante de profesores de este Instituto Teológico, así como otros sacerdotes diocesanos, así como un profesor representante de la Facultad de Teología de Granada.
Autoridades, entre las que se encontraban el D. Francisco Javier Carazo, Delegado de Justicia de la Junta de Andalucía; D. José Luis Hidalgo, Diputado de Servicios Municipales de la Excma. Diputación de Jaén; Dª Esperanza Pérez Espino, Presidenta de la Sección Tercera, jurisdicción penal de la Audiencia Provincial de Jaén; Dª Ana Belén Romero Iglesias, Vocal de la Junta de Gobierno del Ilustre Colegio de Procuradores; D. Evaristo Jaime Gutiérrez del Castillo, coronel Subdelegado de Defensa en Jaén, así como el Presidente de la Agrupación de Cofradías y Hermandades de Jaén, D. Francisco Sierra.
Parte 1. Instituto Teológico San Eufrasio. Inauguración Curso 2024/25. Sesión académica y Memoria curso anterior.
Los seminaristas, así como los alumnos que forman parte del ITSE a través de la formación en Teología o en las distintas Aulas y Escuelas que se imparten cada curso han querido reunirse en torno a la mesa del altar en una celebración, en la que las lecturas han estado participadas por estudiantes y seminaristas y el Evangelio proclamado por el Director del Instituto.
Al concluir la homilía, el profesor de Sagradas Escrituras, D. Antonio Guerrero Quesada, ha jurado su nuevo cargo como docente de este centro de estudios, después de su paso por Roma.
Tras la celebración ha comenzado la sesión académica. La primera intervención ha sido la del Director del Instituto, D. José Antonio Sánchez Ortiz. “El Instituto Teológico San Eufrasio es un centro de estudios “en salida”, porque así quiere el papa Francisco que se comprenda la Iglesia del momento presente. Esa es la clave eclesiológica del Santo Padre y ese es, por consiguiente, nuestro objetivo también como institución eclesial: estar “salida”. Es decir, estar abiertos a todos y a todas las necesidades o retos que se nos puedan plantear”, ha expresado, para después recordar que el centro está “abierto a todos, de modo especial a los laicos de nuestra diócesis, para que encuentren aquí el lugar donde puedan crecer cristianamente, cada uno desde sus posibilidades e inquietudes. Por eso, el abanico formativo del Instituto es tan amplio en contenidos, niveles y modalidades”.
A continuación, el profesor D. Antonio Robles Gómez, en nombre del Jefe de Estudios, ha leído pormenorizadamente la Memoria de Actividades del curso 2023-2024.
Al término, ha tenido lugar la lección inaugural, que este año ha estado a cargo del vicedirector del ITSE, sacerdote y filosofo, D. Juan Jesús Cañete Olmedo. Su profunda disertación ha sido sobre la obra y el pensamiento del teólogo francés, Teilhard de Chardin, del quien ha resaltado la importancia de su pensamiento en su tiempo y su actualidad en este tiempo. Un texto que ha sido repartido al concluir la ceremonia a los presentes.
Parte 2. Instituto Teológico San Eufrasio. Lección inaugural a cargo de D. Juan Jesús Cañete Olmedo bajo el título: Teilhard de Chardin. La convergencia entre la ciencia y la fe.
Antes de las palabras del Obispo con las que se ha dado por inaugurado el curso, el Prelado ha hecho entrega a los alumnos de la I Escuela Cofrade de un título que acredita esa formación específica sobre la piedad popular, que este año continúa, además con un segundo curso formativo.
Intervención del Obispo
Don Sebastián ha cerrado el acto con una intervención en la que sembrar en el corazón de seminaristas y alumnos esperanza para el nuevo curso. “El futuro es apasionante y podemos construirlo juntos. Quiero comenzar así mis palabras en la apertura de este curso académico, porque este Instituto Teológico, que comenzó sus pasos hace apenas dos años, en marzo de 2022, se ha convertido en muy poco tiempo en seña de identidad de nuestra Iglesia, que cuenta con laicos comprometidos y convencidos de que solo se puede amar aquello que se conoce, aquello que se comprende, aquello que se trabaja y aquello que se estudia. Y cada vez son más, sois más los que participáis de la formación reglada, actual y necesaria para los cristianos que desde aquí se imparte. Un aspecto clave en el camino discipular que este año hemos emprendido como Iglesia particular del Santo Reino”.
Parte 3. Instituto Teológico San Eufrasio. Entrega diplomas a miebros de la Escuela Cofrade e intervención final del Obispo.
A continuación, el Prelado jiennense ha subrayado los tres pilares sobres los que se apoyará el nuevo curso: esperanza, discipulado y sinodalidad, para enfatizar que, también, estos aspectos, deben vivirse desde las aulas. “Este curso nuevo e ilusionante nace, también, con la vocación de ser esperanza para muchos, porque el mundo entero está llamado a celebrar el 2025 aniversario del hecho trascendental más importante para el hombre: Dios entra en nuestra historia, para siendo uno como nosotros, ofrecernos la verdadera esperanza, la de una vida eterna. Es momento, también de caminar juntos en ese Jubileo que la Iglesia prepara y que en nuestra Diócesis también celebraremos con verdadera vocación de universalidad, esperanza y servicio”.
Al igual que ha recordado las nuevas formaciones que este curso se van a impartir desde este centro, y que vienen a formar a los laicos desde distintos ámbitos: “Este año, ofrecemos otros espacios de formación que completen los que ya tenemos. Como son la Escuela de Teología, que nace con la vocación de ampliar aquellos conocimientos de los que ya han cursado la Escuela de Fundamentos. El Aula del Menor, para dotar de herramientas actuales a los agentes pastorales que trabajan, cuidan y forman a los favoritos del Señor, a nuestros niños y niñas, a nuestro futuro, para que lo hagan con los instrumentos necesarios para nuestra realidad actual. O el segundo curso para la Escuela Cofrade, que quiere seguir cuidando, apostando y formando a aquellos que están implicados en la vida pastoral y comunitaria a través del gran tesoro que es para nosotros la piedad popular: nuestras cofradías y hermandades.
Poniendo el curso bajo la advocación de María, primera discípula y “trono de sabiduría” ha concluido el acto académico. Después, se ha servido un aperitivo en las galerías de la Casa de la Iglesia.
Agradecimiento a nuestra Diócesis por las facilidades dadas para la grabación de las actividades que divulgamos en JAENDONDERESIDO.